Britiande

Reza la historia que la villa lleva el nombre de su leyenda  más conocida. Y todo, porque cuando D. Alfonso Henríquez por allí pasó con sus hombres había nueces por el suelo. Venía con prisa, pero a los soldados les brillaron los ojos. Y dio esta orden: Brite (cascad) y Ande  (andad) - "Britiande".

En la Plaza de S. Sebastião, delante de la Casa de Santo António de Britiande, está la Picota y la capilla de S. Sebastião. Justo después, la Iglesia Matriz, ricamente decorada con un bellísimo altar mayor y paredes laterales ornamentadas con frescos del siglo XVIII. Dese un paseo y aprecie las capillas diseminadas por la población, y las casas solariegas datadas del siglo XVIII: La Casa de los Sá Pereira y la Casa de los Teixeira Rebelo.